CONMEMORACIÓN SOLEMNE DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO (SOLEMNIDAD)
Litúrgico:
Miércoles, 16 Julio, 2014
Las Sagradas Escrituras cantan la belleza del Monte Carmelo donde el profeta Elías defendió la pureza de la fe de Israel en el Dios vivo. En este lugar, a principios del siglo XIII, tuvo jurídicamente sus orígenes la Orden Carmelitana bajo el título de Santa María del Monte Carmelo. Este título, a modo de compendio de los beneficios recibidos de la Patrona, comenzó a celebrarse en el siglo XIV, primero en Inglaterra y gradualmente en toda la Orden. Alcanzó su máximo esplendor a principios del siglo XVII cuando el Capítulo General lo declaró fiesta principal de la Orden y Pablo V lo reconoció como título distintivo de la Confraternidad del Escapulario.
LA VIRGEN MARÍA EN LAS CONSTITUCIONES
En la Virgen María, Madre y tipo de la Iglesia, los carmelitas encuentran la imagen perfecta de todo lo que desean y esperan ser. Por eso María ha sido siempre considerada la Patrona de la Orden, de la cual también ha sido llamada Madre y Hermosura y a la que los carmelitas tuvieron siempre ante sus ojos y en el corazón como la "Virgen Purísima". Mirando hacia ella y viviendo en familiaridad de vida espiritual con ella, aprendemos a estar siempre delante de Dios y junto con los hermanos del Señor. María vive efectivamente en medio de nosotros como Madre y como Hermana, atenta a nuestras necesidades, y junto con nosotros vela, espera, sufre y goza.
El Escapulario es signo del amor materno, permanente y estable, de María para con los hermanos y hermanas carmelitas.
Siguiendo su tradición, sobre todo a partir del s. XVI, el Carmelo ha expresado la proximidad amorosa de María con el pueblo de Dios mediante la devoción del Escapulario, signo de consagración a ella, vehículo de la agregación de los fieles a la Orden e instrumento popular y eficaz de evangelización.
PROMESAS DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN A SAN SIMÓN STOCK
16 de julio de 1251
"El que muere vestido de este Escapulario no sufrirá las penas del fuego eterno".
El Escapulario tiene un significado muy profundo para quien lo lleva puesto. Es un riquísimo "Obsequio del Cielo" que nos ha traído la misma Santa Virgen María; y a cada uno le dice así:
"Perseverad llevando puesto devotamente el Santo Escapulario, porque es mi Hábito.
El hecho de andar vestido de este Hábito mío, significa que estáis continuamente pensando en mí; y que yo, en turno, siempre estoy pensando en vosotros; y ayudándoos en asegurar la vida eterna ".
CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN
“Oh, María, Reina y Madre del Carmelo, vengo hoy a consagrarme a Ti, pues toda mi vida es como un pequeño tributo por tantas gracias y bendiciones como he recibido de Dios a través de tus manos.
Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia a los que visten tu Escapulario, te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sabiduría las tinieblas de mi mente y aumentes en mí la fe, la esperanza y la caridad, para que cada día pueda rendirte el tributo de humilde homenaje.
El Santo Escapulario atraiga sobre mí tus miradas misericordiosas, sea para mí prenda de particular protección en la lucha de cada día, de modo que pueda seros fiel a tu Hijo y a Ti.
Que él me tenga apartado de todo pecado y constantemente me recuerde el deber de pensar en Ti y revestirme de tus virtudes.
De hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espíritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu medio y convertir mi vida en imagen de tu humildad, caridad, paciencia, mansedumbre y espíritu de oración.
Oh Madre amabilísima, sosténme con tu amor indefectible, a fin de que a mí, pecador indigno, me sea concedido un día cambiar tu Escapulario por el Eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo en el Reino de tu Hijo. Así sea.”
Papa Pío XII
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